¿Tienen las historias de los seres humanos tiempo de caducidad tal como lo pudiera tener una lata de tomates? No considero que las personas tengan fecha de vencimiento, al menos no las relaciones o los vínculos que existan entre ellos. Definitivamente una relación de pareja, amistosa o familiar no la podría comparar jamás con una lata de atún en aceite de oliva que la pudiera conseguir en cualquier supermercado.
Los vínculos que se crean entre las personas están profundamente ligados con los sentimientos. Cuando alguien llega a ser muy importante en tu vida no debe llevar grabada una etiqueta que indique cuándo expira y una vez pasada la fecha, botarla y olvidarnos de su existencia.
Han sido muchas las veces que he escuchado cómo la gente desecha personas tal como si se tratara de restos de comida. Y siempre mantuve silencio ante esos hechos, pero mi opinión es completamente contraria. Y respeto las razones de aquellos quienes deciden un "nunca más", aunque creo que con esa determinación no ganan nada, al contrario, pierden y mucho. Porque muy por encima de los motivos por los cuales deciden poner punto y final, hay una historia de por medio y las historias no tienen punto y final, se siguen escribiendo a través del tiempo.
Esa persona del "pasado" fue alguien importante en tu vida, alguien a quien le regalaste una parte de tu corazón, a la que le dedicaste días, semanas, años, risas, lágrimas, peleas, abrazos, alegrías, tristezas, sueños, anhelos, logros, silencios, palabras y miradas. Todo eso e incluso más se lo diste a ese alguien, sin condiciones de que sea devuelto, y a pesar de que sean inagotables es algo que diste y no recuperarás dándole la espalda a tu historia.
Recuerdo que alguna vez quería hacerlo, quería desaparecer de mi vida a alguien a quien amé profundamente. Y tuve que retractarme de mi decisión, de mis palabras tras haber tumbado mi argumento con dos simples reflexiones: "...pero créeme que no soporto la idea saber que me odias cuando yo sé que en el fondo no es así, y no puede ser así nunca porque tú y yo tenemos mucha historia como para odiarnos...", "...y yo no puedo odiarte ni pelearme contigo porque tú formas parte de mi vida, quieras o no, así como yo de la tuya. Y sé que tampoco tú puedes odiarme por más que te esfuerces, porque ¿qué ganamos con las peleas, los insultos y los silencios incómodos? No ganamos nada..." Estas dos cortas reflexiones sirvieron para darme cuenta de cuán equivocado estaba actuando.
Nadie podrá borrar los recuerdos por más de que se haga un esfuerzo sobrehumano.
Todo aquello que nos sucede con una persona son experiencias que la vida se ha encargado de que así sucedan. ¿Y por qué no seguirlas viviendo? Puede que sean necesarios cambios, pero creo que una persona no puede morir sin que realmente haya muerto. Y siempre debe haber una segunda oportunidad aunque la historia tome otro rumbo. Y cito otra reflexión de esa persona de quien aprendí mucho: "...aunque en el universo existen las leyes de la física, de la gravedad, la ley de atracción de masas, los seres humanos somos más que simples masas o cuerpos inertes, hay sentimientos de por medio, que pueden ser muy fuertes y convertirse en indestructibles, pero al final siempre son sentimientos. Y los sentimientos no son rígidos ni estáticos, son volátiles, cambiantes, dinámicos y quizás eso es lo bonito que tienen..."
¿Por qué perder el tiempo en evitar sentir algo por alguien y que la vida los unió de alguna manera? ¿Por qué querer dejar de estar con alguien con quien compartiste momentos magníficos? ¿Por qué ignorar a alguien a quien, cometiendo errores o no, le fuiste importante en su vida? si no ¿para qué se dedicaron todo ese tiempo?
Sigo creyendo en que la historia no tiene punto y final...