ABRIR MIS OJOS

Por un momento me detuve a pensar si el sentido de la vida era voltear y observar sigilosamente el pasado, recordando experiencias, añorando momentos que nunca más volverán, deseando que ese pasado se reviva en el presente. ¿Pero qué persona con el corazón roto no mira atrás despidiéndose de todo lo que le hacía feliz?

Todo lo que necesitaba era abrir mis ojos, devolverle los colores a tantos pensamientos que estaban en blanco y negro.

Quizás necesité un tiempo en silencio para despertar de esa supuesta tranquilidad que me atormentaba en sueños aparentemente profundos. 

Por un momento me detuve a pensar si realmente le estaba dando sentido a mi vida, llenándola de momentos vacíos. Evadiendo realidades que estaban ahí presentes ante la vista de cualquiera pero mis ojos permanecían cerrados.

Todo lo que quería era sonreír sinceramente, tal vez reír tan fuerte que me doliera el estómago. Pero no lo estaba haciendo bien. 

Todo lo que necesitaba era un poco de aire nuevo para poder continuar

Por un momento me detuve a evaluar todo lo que había hecho y dejado de hacer para salvarme a mí mismo y entendí que aún faltaba mucho por hacer.

Todo lo que quería era mirar desde las alturas sin perder mi esencia, sin dejar de ser quien había sido hasta entonces.

Quizás necesité más tiempo del que imaginé para abrir mis ojos. Quizás fue un tiempo que me ayudó a aprender de mí mismo, de ese pasado en blanco y negro, de esos miedos...

Y un día desperté, abrí los ojos y una luz intensa y cegadora iluminó esa obscuridad que me abrumaba.

Hoy entiendo que el tiempo no se ha detenido ni se detendrá jamás para esperar por alguien.

Hoy vuelvo a ser yo mismo, en el medio de un mundo al que formo parte.

Ahora me siento en la capacidad de sostenerle la mano con firmeza a quien esté a mi lado; de abrir mi alma sin temor a que la hieran.

Hoy me despojo de mi coraza y me muestro tal cual soy, sin miedos y sin complejos. Y me despido del limbo en el que estuve flotando por tanto tiempo, para no volver a caer en él.

Sólo necesitaba abrir mis ojos...