Dices que no pretendes obligarme a estar contigo, pero es que en este momento no tienes la autoridad para obligarme a nada, mucho menos a mantenerme a tu lado. Hoy soy yo quien no quiere estar, hoy soy yo quien se siente plenamente insatisfecho y necesito cerrar de una vez este ciclo. Sí, hoy finalmente te digo adiós.
Muchas cosas se rompieron tras tu infidelidad y el perdón solo lo tiene Dios en sus manos. Podría estar siendo absurdamente orgulloso pero sencillamente no tengo la capacidad humana de pasar la página tan rápido. Y la verdad es que no quiero pasar esa página, quiero es cerrar tu libro.
Hoy me he dedicado a pensar qué tan difícil sería continuar sin ti y la única conclusión a la que he llegado es a que será más sencillo de lo que pensaba hace unos días, al fin y al cabo has estado ausente desde hace mucho y ya me acostumbré a eso.
Decir adiós ha sido una de las palabras que más me ha costado decir siempre. Es corta pero definitiva. Es tan fría que congela mis huesos cuando he tenido que pronunciarla. Es fuerte y decidida.
Este adiós marca el final de nuestra historia, pero presume el inicio de un nuevo camino, aunque solo y desconocido. Y no lo niego, decirte adiós me ha causado miedo. Miedo a eso que aún no sé que vendrá. Miedo a que algún día me arrepienta por haberte dejado atrás. Miedo a darme cuenta de que en realidad no te quería decir a adiós.
No sirvió para nada haber perdido nuestro tiempo y nuestro aliento en tratar de llevar a flote este barco que ya llevaba rato hundido.
Hoy estoy decidido , firme en que dejarte es la mejor opción porque no se puede estar con alguien sin querer estar, porque no se puede estar con alguien después de tantas mentiras, después de un engaño tan evidente y descarado. Porque no se puede estar por estar. Se trata de amor propio.
Es tiempo de detenerme un segundo, y plantearme retomar todo aquello que dejé a un lado mientras estuve contigo. Es tiempo de asumir que de ahora en adelante todos mis proyectos no tendrán tu nombre. Que este vuelo lo tendré con el asiento de al lado vacío, y que desde ahora formas parte de mi pasado y rara vez suelo mirar hacia atrás.
Y sé que algún día abrirás tus ojos y te darás cuenta de todo lo que perdiste, pero para ese momento ya va a ser demasiado tarde. Ya yo no estaré ahí.